El perdón no se trata de justificaciones, de olvidar, de no reconciliarte, es mucho más que eso, es liberarte, vivir la vida de manera mas positiva y dar amor.
Casi todas hemos experimentado la ofensa de alguien, como un compañero de trabajo, amigo o familiar y también de nosotras mismas. Pero aferrarnos a esos sentimientos negativos puede causarnos un gran daño.
Perdonar nunca es fácil, pero pensar en esos eventos y revivirlos una y otra vez puede llenar tu mente de pensamientos negativos y de ira reprimida. Sin embargo, cuando aprendes a perdonar, ya no estás atrapada en el pasado y finalmente puedes sentirte libre.
No perdonar te enferma
Todas sabemos que la falta de perdón puede hacer que NO tengamos paz o nos concentremos en emociones dolorosas, pero puede no perdonar puede contribuir a enfermarnos?
Diversos estudios han confirmado la relación que existe entre nuestra salud mental y física. Quienes guardan rencor, sufren cambios químicos importantes, su cuerpo aumenta la producción de la hormona del estrés: el cortisol. Y este incremento puede traer consigo consecuencias severas para tu salud.
Además el experimentar un constante estado de ira, guardar rencor y no perdonar, hace que tu cuerpo utilice esa energía para producir anticuerpos, manteniéndote en un estado de inflamación crónica. Como resultado, pone a prueba tu sistema inmunológico para reaccionar de forma exagerada, lo que agrava los trastornos autoinmunitarios como el lupus, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide y otras..
Puede que no estés experimentando una enfermedad grave, pero estos sentimientos te provocaran síntomas como migrañas, dolores de espalda, úlceras, taquicardias, trastornos del sueño y cansancio excesivo. A veces los doctores tratan los síntomas sin preocuparse por el trastorno emocional que los está produciendo. Si no se atienden efectivamente pueden desencadenar diversas enfermedades, como:
- Enfermedades coronarias: al elevarse la presión sanguínea, se generan problemas tan graves como ataques cardiacos.
- Problemas cutáneos: en algunos casos se puede sufrir descamación, escozor, resequedad y picazón en la piel. También puede presentarse acné, caída del cabello, sudor excesivo, uñas quebradizas y urticaria.
- Trastornos menstruales: el estrés puede alterar los ciclos menstruales con graves consecuencias para la salud. El periodo puede desaparecer permanente o parcialmente.
- Problemas digestivos: colon irritable, gastritis, náuseas, diarreas, inflamación y dolor abdominal son malestares relacionados con el estrés. La forma de saber si estos trastornos son causados por el estrés, es que se presentan frecuentemente sin una causa específica.
- Problemas mentales: se pueden desencadenar algunos serios como ansiedad, depresión, insomnio, ataques de pánico, neurosis, etc.
Perdon para sanar
Resolver los conflictos y dejar ir el resentimiento hacia otra persona o a ti misa, estimula mecanismos que pueden aumentar la hormona llamada oxitocina, que se relaciona con sentimientos de amor y bienestar.
Perdonar y dejar atrás las ideas de revancha puede favorecer la calidad de vida, la presión arterial, el sistema inmune y prevenir la depresión y la ansiedad. Sabemos que hay conflictos difíciles de conciliar, pero es mejor cuidar de nuestra salud y hacer el perdón una opción.
El perdón es una pequeña opción para obtener grandes resultados.
Ejercicio de perdón
En primer lugar, el perdón no se trata de tolerar malos comportamientos o de aceptar que te traten mal, ya sea de terceros o de ti misma. Se trata de dejar atrás el pasado para que ya no te haga daño.
Aferrarte al pasado sólo de lastima y te duele a ti.
Perdonando a los demás
- Haz una lista de todas las personas a las que necesita perdonar.
- Toma a cada persona en tu mente y repite “Te perdono. Te libero.» Intenta hacerlo por 21 días con cada persona.
- Si tienes muchos asuntos pendientes con alguien, o son muy dolorosos, puedes escribirle una carta y decirle lo que necesitas decir. Luego puedes quemar la carta o enviarla por correo a cualquier destino.
«Debemos descargar nuestros corazones del dolor y las decepciones del pasado para poder vivir más plenamente el momento».
David Simon
Perdonándome a mi misma
Ahora que has perdonado a los demás, hay una persona más a la que necesitas perdonar y me refiero a ti. Perdonarse a una misma puede ser el paso más difícil por eso aquí te dejo algunos pasos que puedes seguir para perdonarte a sí misma:
- Reconoce el o los comportamiento de tu pasado de los que no estés orgullosa y que te hayan causado auto-reproche. Escoge uno de ellos, vamos a trabajar uno por uno.
- Pregúntate: Por qué te sientes mal por ese comportamiento o situación? cuál es tu responsabilidad en esa situación? cuál fue el error que cometiste?
- Luego de responderte, piensa en que eres humana, que no eres perfecta y descubre la lección que te dejó esta situación, descubre tu miedo o aprende algo de ti.
- Piensa que tal vez pudo haber otras maneras de actuar, pero eso no importa, porque no puedes cambiar el pasado.
- Repite me perdono, no puedo cambiar el pasado, he aprendido una gran lección y la próxima vez que suceda lo mismo o algo parecido actuare de mejor manera. Cada que lo recuerdes, repítelo.
El perdón es una decisión, implica una elección consciente de reemplazar los sentimientos negativos, por positivos, y poder soltarlos. Estas lista para tomar esa decisión?
Para complementar tu proceso de perdonar, te dejo un audio que grabe y compartí en Instagram, con algunas afirmaciones de auto-perdon.
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