Hace unos días cerramos el círculo de los primeros tres meses del año. Y, al mismo tiempo, dimos la bienvenida a abril, que nos recibe desde una energía muy distinta. Lo siento como una pausa, como cuando haces silencio luego de haber hablado mucho. Un silencio profundo. Una invitación a escuchar lo que hay dentro.
Un susurro del otoño: tiempo de volver a ti
Abril nos encuentra en plena transición. El calendario marca un nuevo mes, pero lo que de verdad se transforma es más sutil: la luz cambia, los días comienzan a acortarse, y el aire trae una frescura que acaricia la piel pero también nos sacude internamente. En medio del ritmo de la vida diaria, tal vez no lo notamos del todo. Pero el cuerpo, la mente y el corazón ya lo están sintiendo.
Abril llega con una invitación suave pero firme: bajar el ritmo y mirar hacia adentro. Es como si la naturaleza nos tomara de la mano y nos susurrara al oído: “Ya es suficiente de correr… ahora es momento de cuidar, de ordenar, de soltar.”
Después del verano expansivo y luminoso, entramos en una etapa de transición. El cuerpo lo sabe —y si prestas atención, seguramente ya lo estás sintiendo—: más ganas de dormir, menos deseo por alimentos crudos, una necesidad de abrigo que va más allá de lo físico. Es el otoño tocando la puerta… y tú también puedes abrirte a esta nueva energía.
La pausa como medicina para el alma femenina
Esta es una de las estaciones donde más se nos invita a la pausa consciente. Y esta pausa puede tomar muchas formas:
- Dormir más profundo
- Comer con más atención
- Estar más presente en nuestras emociones
- Decir más “no” para cuidarnos
- Reconectar con nuestro cuerpo
- Respirar con intención
¿Qué está pasando en nosotras en abril?
Aunque abril pueda parecer un mes de “transición suave”, en realidad es profundo. Si observamos con atención, podemos sentir cómo cambia nuestro estado interno. Comenzamos a necesitar más descanso, los pensamientos se vuelven un poco más dispersos, y emocionalmente nos encontramos más sensibles o melancólicas.
Desde el enfoque del Ayurveda, este mes marca el inicio de la predominancia del dosha Vata, relacionado con el aire y el éter. Esto se traduce en más ligereza, dispersión, sequedad y frío. Por eso es común que aparezcan síntomas como ansiedad, insomnio, dificultad para concentrarse o una necesidad creciente de contención.
Desde la Medicina Tradicional China, abril activa el elemento Metal, vinculado con los pulmones y el intestino grueso. Estos órganos están profundamente relacionados con la tristeza, la eliminación y la capacidad de soltar. Es momento de dejar ir lo que ya no sirve, a todos los niveles.
Si sentimos que estamos “raras”, “cansadas” o “menos productivas”, tal vez no sea falta de motivación… tal vez es el cuerpo pidiendo otro ritmo, otro trato, otra escucha.
¿Y entonces… cómo podemos acompañarnos mejor?
Este es un mes ideal para suavizar las exigencias y abrazar rutinas de autocuidado que nos hagan bien de verdad. No se trata de hacer más, se trata de hacer menos, pero hacerlo con más presencia. Te comparto prácticas que ayudan a equilibrar el cuerpo, calmar la mente y abrazar las emociones desde un lugar tierno y consciente:
Respiración consciente (Nadi Shodhana)
Este pranayama alternado es ideal para este mes porque equilibra ambos hemisferios del cerebro, reduce el estrés, ordena la energía mental y da una sensación de armonía inmediata. Hazlo por 5 a 10 minutos cada mañana, antes de mirar el celular o salir a la rutina. Tu día cambiará por completo.
Movimiento suave y consciente
El cuerpo necesita moverse, pero no con intensidad, sino con amor. Elige prácticas como yoga restaurativo, estiramientos, caminatas conscientes, danza suave o simplemente moverte al ritmo de una música que te guste.
Auto-masajes con aceite tibio (Abhyanga)
Un ritual hermoso para esta estación: aplicar aceite de sésamo tibio sobre el cuerpo, con movimientos suaves, antes del baño. Este masaje ayuda a calmar el sistema nervioso, hidratar la piel y ofrecer una contención emocional muy profunda.
Baños relajantes con hierbas
Llena la tina o una batea con agua tibia, añade lavanda, manzanilla, romero o sal marina. También puedes hacer baños de pies por la noche, ideales para reconectar con la tierra y liberar la energía acumulada en la mente.
Abrigo consciente
Protege el cuello, la zona lumbar y los pies. Incluso si el clima aún es templado, estos cuidados marcan la diferencia.
Infusiones que abrigan el alma
Prepara infusiones que te reconforten: jengibre, canela, anís estrellado, cúrcuma, manzanilla. Las bebidas tibias no solo ayudan a la digestión sino que calman el corazón.
¿Y qué pasa con lo que comemos?
En abril, el cuerpo pide alimentos cocidos, templados, hidratantes y de fácil digestión. Este es el momento ideal para dejar de lado los crudos, los helados, las ensaladas frías o las harinas pesadas.
Ingredientes estrella para este mes:
- Granos cocidos: arroz basmati, avena tibia, quinua
- Raíces: camote, zanahoria, betarraga, zapallo
- Legumbres suaves: lentejas, frejol mung
- Especias: comino, hinojo, jengibre, cúrcuma, canela, asafétida
- Grasas saludables: ghee, aceite de sésamo
- Frutas cocidas: manzanas, peras, dátiles remojados
Preparaciones clave: Kitchari, sopas especiadas, cremas de verduras, infusiones digestivas, guisos lentos.
Evita: comidas frías, alimentos muy secos, ultraprocesados, exceso de pan, café en exceso, azúcar refinada.
Soltar para dejar espacio: la sabiduría de la naturaleza
Así como los árboles dejan caer sus hojas, tú también puedes mirar qué estás lista para dejar ir. ¿Qué ya no te nutre? ¿Qué hábitos, pensamientos, compromisos, relaciones, actividades, rutinas, objetos o alimentos ya no están alineados contigo?
Preguntas de journaling
- ¿Qué me está pesando últimamente?
- ¿Qué pensamientos, emociones o exigencias necesito dejar ir?
- ¿Qué cosas me sostienen de verdad cuando el mundo se pone gris?
- ¿Cómo quiero llegar al invierno… liviana, libre, en calma?
En resumen…
Abril no es un mes cualquiera. Es un portal.
Un momento para replegarte, mirarte con más cariño, y hacer espacio para lo nuevo.
- La respiración te centra.
- El cuerpo pide ternura.
- La cocina te abraza.
- El silencio te escucha.
- Y tú… solo necesitas decirte “sí”.
Estate atenta a lo que compartiré las próximas semanas: recetas ayurvédicas de otoño, rituales de autocuidado para la semana y el fin de semana, y prácticas de journaling para hacer este mes de abril, un mes de conexión, depuración y renacimiento.
¿Recién descubres la importancia de alinear tu estilo de vida a las estaciones del año (y no sabes por dónde empezar)? Si te interesa aprender más sobre cómo vivir en sintonía con la energía del otoño y sus beneficios para tu cuerpo, mente y emociones, te invito a leer esta publicación anterior: «Cómo el otoño influye en tu bienestar y cómo adaptarte con hábitos saludables»
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Nos leemos pronto,
Vero