Cómo el Otoño Influye en Nuestro Bienestar y Cómo Adaptarnos
Siempre he sentido que el otoño tiene un ritmo especial (ademas es la estación que mas me gusta, porque el movimiento del verano me deja agotada). Es una estación que nos invita a pausar, a observar cómo la naturaleza cambia a nuestro alrededor y, al mismo tiempo, a mirar hacia adentro. Las mañanas se vuelven más frescas, los días más cortos, y sentimos una necesidad casi instintiva de abrigarnos, de buscar más calidez y refugio. Pero, ¿qué significa realmente este cambio para nuestro bienestar?
Para nosotras, mujeres mayores de 40 en perimenopausia (como yo), el otoño no solo es una transición climática, sino también un momento clave para la regulación hormonal, la energía y la salud en general. Puede influir en nuestra digestión, en la calidad del sueño e incluso en nuestras emociones. Entender cómo esta estación afecta nuestro cuerpo nos permite hacer ajustes en nuestra alimentación, rutina y hábitos para sentirnos más equilibradas y en armonía.
La Conexión con la Tierra y la Sincronización con la Naturaleza
En Ayurveda, el otoño está dominado por el dosha Vata, caracterizado por la sequedad, el frío y el movimiento. Es una estación de transición en la que debemos priorizar alimentos, rutinas y prácticas que nos mantengan arraigadas y nutridas.
El otoño es una invitación a soltar lo que ya no nos sirve, tanto física como emocionalmente. Así como los árboles dejan caer sus hojas para renovarse, nosotras también podemos aprovechar este momento para liberar hábitos, emociones o situaciones que ya no nos aportan bienestar.
Un aspecto clave de esta estación es la adaptación progresiva a los cambios de temperatura y luz solar (ciclo circadiano). A medida que los días se acortan y las noches se vuelven más frías, nuestro metabolismo y nuestros ritmos internos también cambian. Aprender a fluir con estos ciclos naturales nos ayuda a sentirnos más equilibradas y en armonía.
El Otoño Desde la Perspectiva de Ayurveda y la Medicina Tradicional China (MTC)
En Ayurveda, el otoño está dominado por el dosha Vata, que representa el aire y el éter. Esto significa que es una temporada de sequedad, frío y movimiento, lo que puede generar síntomas como piel reseca, ansiedad, insomnio y digestión irregular si no nos cuidamos adecuadamente.
Desde la Medicina Tradicional China (MTC), el otoño está asociado al elemento Metal, que gobierna los pulmones y el intestino grueso. Es una época de depuración, donde el cuerpo necesita eliminar lo que ya no sirve, tanto a nivel físico como emocional. No es casualidad que muchas personas experimenten resfriados, problemas respiratorios o tristeza en esta época; es parte de un proceso natural de limpieza y renovación.
Como puedes darte cuenta desde el Ayurveda y la MTC, esta temporada es para prestar atencion a nuestros pulmones y digestion (en especial al intestino grueso encargado de la eliminacion de desechos) y a nivel emocional a soltar lo que ya no nos sirve y quedarnos con aquello que necesitaremos para el invierno.
Así como los árboles sueltan sus hojas en otoño, nosotras también podemos aprovechar esta estación para soltar aquello que nos pesa: malos hábitos, emociones atrapadas o incluso relaciones que ya no nos nutren; en preparacion para el invierno.
Cómo Adaptarnos al Otoño para Sentirnos Bien
Para transitar esta estación con bienestar, es clave sincronizar nuestros hábitos con los ritmos de la naturaleza. Aquí te comparto cómo hacerlo desde la alimentación, el movimiento y el autocuidado.
1. Alimentación para Nutrir el Cuerpo y la Mente
El otoño nos pide comidas más cálidas, untuosas y nutritivas que contrarresten la sequedad y el frío característicos de Vata y del elemento Metal.
- Prefiere alimentos cocidos y calientes: sopas, guisos y estofados son ideales.
- Incorpora especias que generen calor interno, como canela, jengibre, cúrcuma y cardamomo.
- Consume grasas saludables: el ghee, el aceite de oliva y los frutos secos ayudan a mantener la piel hidratada y a nutrir el sistema nervioso.
- Evita alimentos fríos y secos, como ensaladas crudas en exceso, galletas o snacks procesados.
Ejemplo de menú otoñal:
- Desayuno: Porridge de avena fermentada con canela y nueces
- Almuerzo: Sopa de zapallo con cúrcuma y jengibre (kion) + arroz integral con lentejas y espinacas
- Cena: Guiso de garbanzos con cúrcuma, zanahoria y espinaca + infusión de jengibre y miel
Desde la MTC, se recomienda fortalecer los pulmones con alimentos blancos como peras, coliflor y almendras. Las infusiones de raíz de regaliz o malva son ideales para mantener las vías respiratorias despejadas.
2. Regulación del Sueño y la Energía
Uno de los efectos del otoño es el ajuste en nuestros ritmos internos. La disminución de la luz solar puede influir en la producción de melatonina, afectando nuestro descanso. Para evitar el insomnio o el cansancio extremo:
- Acuéstate más temprano: Imita la naturaleza y permite que tu cuerpo descanse más.
- Evita pantallas antes de dormir: La luz azul interfiere con la producción de melatonina.
- Toma infusiones relajantes como manzanilla, lavanda o pasiflora.
- Haz una rutina de autocuidado nocturna: Un masaje con aceite tibio de sésamo (ajonjoli) ayuda a calmar el sistema nervioso y reducir la ansiedad.
3. Movimiento y Conexión con la Naturaleza
En otoño, es recomendable optar por ejercicios que ayuden a mantener el calor interno sin desgastar la energía en exceso. Algunas opciones son:
- Yoga restaurativo o Yin Yoga, ideal para relajar el sistema nervioso.
- Caminatas al aire libre, aprovechando las mañanas para obtener vitamina D.
- Tai Chi o Qi Gong, prácticas recomendadas en la MTC para fortalecer el pulmón y mejorar la circulación de la energía.
Además, el otoño es perfecto para la introspección. Llevar un diario emocional o practicar meditación nos ayuda a gestionar mejor nuestras emociones y soltar aquello que nos causa estrés o ansiedad.
Otoño Mes a Mes: Cómo Vivirlo en Equilibrio
No quedo claro que para las mujeres en perimenopausia, como nosotras, el otoño no es solo un cambio de estación, sino una etapa de transformación en la que el cuerpo y las emociones responden de manera distinta a la disminución de la luz solar, las temperaturas frías y la variabilidad del clima. La fatiga, los cambios en el sueño, la inflamación y la sensibilidad emocional pueden intensificarse si no nos preparamos conscientemente para esta transición. Sin embargo, al adaptar nuestra alimentación, nuestras rutinas y nuestro autocuidado al ciclo natural de las estaciones, podemos aprovechar los beneficios de esta época: fortalecer nuestro sistema inmune, equilibrar las hormonas y encontrar una mayor estabilidad emocional. A continuación, te propongo un plan mes a mes para vivir el otoño con mayor bienestar y conexión con tu cuerpo.
Abril: Transición Hacia el Otoño
Abril es el mes de adaptación. Nuestro cuerpo empieza a notar los cambios de temperatura y humedad, y muchas mujeres en perimenopausia pueden experimentar sensibilidad digestiva, cambios en el sueño y fluctuaciones emocionales.
Alimentación Recomendada:
Para ayudar a nuestro organismo a realizar esta transición, podemos consumir alimentos tibios y especiados para equilibrar Vata. Esto favorecerá la digestión, calmará la mente y reforzará el sistema inmune. Asi que en nuestra cocina diaria podemos incluir platos de las cocina ayurvédica.
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Recetas clave: Kitchari (mezcla de arroz y lentejas especiadas), sopas de zapallo con jengibre (kion) y ghee, infusiones de canela y cardamomo.
Hábitos Saludables:
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Hábito diario: Masaje Abhyanga (automasaje con aceite caliente) para nutrir la piel y equilibrar el sistema nervioso.
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Hábito semanal: Baño de pies con sales y jengibre para relajar y mejorar la circulación.
Trabajo Emocional y Mental:
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Soltar: Abril nos invita a dejar atrás lo que ya no necesitamos, tanto en lo físico como en lo emocional. Es un buen momento para hacer limpieza en casa, soltar relaciones o hábitos que nos drenan y empezar la temporada con ligereza.
Mayo: Pleno Otoño y Fortalecimiento Interno
Mayo es el momento de fortalecer el cuerpo y adaptarnos plenamente a la nueva estación. En este periodo, los dolores articulares pueden intensificarse debido a la menor exposición al sol y la disminución de estrógenos en la perimenopausia. Además, los niveles de energía pueden bajar y aumentar la inflamación.
Alimentación Recomendada:
Inspirarnos en la dieta mediterránea puede ser una gran estrategia, ya que prioriza grasas saludables, vegetales de raíz y pescados ricos en omega-3.
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Recetas clave: Ensaladas tibias con legumbres y aceite de oliva, guisos con pescado y especias antiinflamatorias como cúrcuma y pimienta negra.
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Beneficios: Reduce la inflamación articular, protege los huesos y equilibra el estado de ánimo.
Hábitos Saludables:
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Hábito diario: Tomar vinagre de manzana en ayunas para estimular la digestión y equilibrar el pH del cuerpo.
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Hábito semanal: Drenaje linfático con cepillado en seco para estimular la circulación y eliminar toxinas.
Trabajo Emocional y Mental:
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Arraigo: Mayo es un mes para conectarnos con la tierra, con nuestras raíces y con lo que nos da estabilidad. Es ideal practicar la gratitud, pasar más tiempo en contacto con la naturaleza y enfocarnos en lo que nos brinda seguridad.
Junio: Preparación para el Invierno y Regulación del Metabolismo
En junio, la transición hacia el invierno está en su punto más fuerte. La fatiga crónica y la baja energía pueden ser más evidentes, especialmente si los niveles de cortisol están alterados. También es común que el metabolismo se ralentice, lo que puede generar aumento de peso o retención de líquidos.
Alimentación Recomendada:
Inspirarnos en la cocina coreana y japonesa puede aportar equilibrio, ya que ambas dietas están centradas en alimentos fermentados, sopas calientes y algas ricas en minerales esenciales.
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Recetas clave: Sopa miso con tofu y algas, kimchi casero, arroz integral con verduras fermentadas.
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Beneficios: Fortalece la microbiota intestinal, regula el metabolismo y mejora la inmunidad para el invierno.
Hábitos Saludables:
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Hábito diario: Infusión de jengibre y umeboshi para estimular la digestión y calentar el cuerpo desde el interior.
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Hábito semanal: Aplicar una bolsa de agua caliente o una compresa de jengibre caliente sobre el abdomen y la zona lumbar para relajar y mejorar la circulación.
Trabajo Emocional y Mental:
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Introspección – Cerrar ciclos: Junio nos invita a mirar hacia adentro, reflexionar sobre lo que hemos vivido en los últimos meses y cerrar pendientes antes de la llegada del invierno. Es un buen momento para meditar, escribir en un diario y soltar preocupaciones innecesarias.
Conclusión: Abraza el Otoño con Conciencia y Cuidado
El otoño es una oportunidad para cuidar nuestro cuerpo, honrar nuestros ciclos y sincronizarnos con la naturaleza. Para las mujeres en perimenopausia, esta estación representa un llamado a la introspección, la nutrición consciente y el bienestar integral. A través de la alimentación, el autocuidado y el equilibrio emocional, podemos hacer de esta estación un periodo de fortalecimiento y armonía.