hummus de lentejas germinadas y zanahoria

Haz incluido el hummus en tu cocina diaria?? A mi me encanta por la versatilidad, no sólo para acompañar una picada con verduras o crackers sin gluten, también lo puedes utilizar para acompañar tu hamburguesa o un sandwich de verduras asadas o como salsa para una pasta sin gluten un día que no te provoca cocinar o para darle sabor a un pollo al horno.

El hummus tradicional se hace con garbanzos, pero como sabes yo sólo consumo legumbres, semillas, granos y frutos secos, activados, germinados o en brotes, porque es así como los puedo digerir y no me causan ningún malestar, y las lentejas son de las legumbres más fáciles de germinar y además de las mas baratas, es por eso que las escogí para esta receta.

El proceso de germinación neutraliza los inhibidores de enzimas y elimina el ácido fítico que se encuentra en los frutos secos, semillas, granos y legumbres. En la dieta paleo te sugieren evitar las legumbres por completo debido a sus inhibidores enzimáticos, pero he descubierto que consumirlas germinadas o en brotes no me causa ninguna molestia (ojo a mí no me causan molestias), claro, que no lo consumo diariamente, tal vez 1 o 2 veces por semana. Pero debes ESCUCHAR TU CUERPO y explorar la opción de incluirlas en tu dieta, germinadas o en brotes, sin que te causen ningún malestar.

Como te comenté germinar y brotar las lentejas es realmente simple. Te dejé el paso a paso en

INGREDIENTES

  • 4 zanahorias medianas, lavadas. No es necesario pelarlas si son orgánicas
  • 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
  • 1 cucharadita de cúrcuma en polvo o 1 meñique de cúrcuma fresca
  • 1/2 taza de lentejas germinadas
  • 2 tazas de agua filtrada
  • 1/4 taza de trozos de nueces activadas la noche anterior
  • 2 cucharadas de tahini o pasta de semillas de ajonjolí
  • 2 cucharaditas de jugo de limón fresco
  • 1 diente de ajo, machacado y pelado
  • 1/4 taza de hojas de perejil
  • sal rosada, de maras o del himalaya al gusto
  • comino molido al gusto (no para dieta AIP)
  • Pimienta negra recién molida al gusto (no para dieta AIP)
  • Perejil picado, para decorar (opcional)
  • semillas de calabaza activadas, para decorar (opcional)

PROCEDIMIENTO

  1. La noche anterior activa las nueces y semillas de calabaza, poniéndolas en remojo con agua filtrada.
  2. Al día siguiente cuela las nueces y semillas que dejaste en remojo, lávalas con agua filtrada y cuélalas. Ponlas sobre un servilleta de papel o tela para que sequen
  3. Precalienta el horno a 400F o 200C. Cubre una bandeja para hornear con papel para hornear, puedes utilizar también papel kraft o aluminio.
  4. Corta las zanahorias a la mitad, por el largo, si son muy gruesas.
  5. En un tazon mezcla 1 cucharada de aceite de oliva, cúrcuma en polvo, sal y pimienta negra. Agrega los trozos de zanahoria y mezcla bien.
  6. Hornea las zanahorias durante 20 minutos, o hasta que estén tiernas y doradas, volteándolas aproximadamente a la mitad de la cocción.
  7. Mientras tanto, coloca el agua filtrada en una cacerola mediana a fuego alto. Cuando empiece a hervir, baja el fuego a medio y agrega las lentejas. Deja cocinar sin tapar durante 10 minutos, o hasta que estén tiernas, revolviendo ocasionalmente.
  8. Cuando estén cocidas, cuela el exceso de agua, pero no botes el agua.
  9. En un procesador agrega las zanahorias horneadas, las lentejas y el resto de los ingredientes, menos las nueces y los que son para decorar. Procesa durante 1 a 2 minutos o hasta que esté casi suave, deteniéndote para mezclar con una espátula si es necesario.
  10. Agrega las nueces y pulsa 15 veces para picar e incorporar, así tendrás algunos trozos pequeños de nueces.
  11. Prueba y rectifica sal y pimienta.
  12. Vierte el hummus en un tazón para servir y decora con perejil fresco, y semillas de calabaza.
  13. Si deseas guardarlo, viértelo en un envase de vidrio con tapa, que no sea muy grande para que no haya mucho oxigeno en el interior y rocía por encima aceite de oliva para funcione como capa. Puedes refrigerarlo hasta por 1 semana.
  14. Si deseas congelarlo, agrega en una cubetera y cuando los cubitos estén duro, guarda en una bolsa ziplock. De esta manera podrás sacar sólo los cubitos que necesites. Si te sobra muy poco, puedes guárdalo directamente en la bolsa ziplock y utilizarlo completo la próxima vez que te provoque. Lo ideal es que si lo vas a guardar, sea sólo por un par de semanas, después de eso te olvidaras que lo tienes y sólo te ocupará espacio.



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Veronica Diaz
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